miércoles, 22 de junio de 2011

La defensa a ultranza

En estos tiempos de crisis siempre pedimos que rememos todos en la misma dirección. En estas últimos movimientos como el del 15M hemos visto a gente de todas las ideologías, de todas las razas, de ambos sexos, de todas las edades con un único objetivo. La unión hace la fuerza y divide y venderás. Dos frases que desde luego nos vienen como anillo al dedo.

No pretendo juzgar ninguna actuación. Ni para lo bueno ni para lo malo. Por eso voy a obviar lo que pasó con el Calvario el pasado año. Todo el mundo lo sabemos y cada uno tiene su propia opinión. Yo tengo la mía, por supuesto.

Quisiera entrar en dos temas. Uno, el comportamiento que tuvo la autoridad eclesiástica con Calvario. Me da igual lo de los curas, por mucha Iglesia que seamos. Me da igual que le cierren las puertas -o no se le abran, según se mire- de la Concepción. Me da igual que el Calvario pase por Carrera Oficial, como si quiere pasar por Francisco Montenegro. Pero sí me importa una cosa: los presos. Qué puta culpa tienen. ¿Por qué se le impidió participar en el estación de penitencia? Para unas horas de libertad, van y se la quitan. Detalle de los malos.

Pero aún peor. Pasa la Semana Santa y se reúnen en pleno los hermanos mayores. Tampoco entro en la presunta ilegalidad de la convocatoria. No es mi problema. Pero sí me gustaría ofrecer mi reflexión.

Cada hermano mayor junto con su junta puede tener la opinión que convenga con el caso. Unos estarán a favor del Calvario y otros en contra. Pero señores, queda mejor haber cogido a Luis, decírselo a la cara y tomarse una cerveza con él. Pero... ¿votar a favor de una sanción? Es como si yo veo a un compañero de facultad copiar. Yo no voy al profesor y se lo digo. Pues esto es lo mismo.

Si entre las propias hermandades nos tiramos piedras, luego no podemos ir por ahí intentando dar una "imagen". Y en ese momento todas, insisto, todas, deberían de haber apoyado al Calvario, aunque piensen que haya actuado mal. Deberían de haberse partido los cuernos defendiéndola. Es una más. Del mismo rango que el resto.

El resultado ha sido claro. Una junta prometedora a la puta calle y un proyecto abortado. Una de las mejores juntas que han pasado por nuestra Semana Santa.

Pero también tenemos otro resultado, y es que nos dejan para la posteridad una obra de arte, un gran palio, y todo dirigido por "niñatos". Pues más "niñatos" de estos querría yo para nuestra Semana Santa.

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