lunes, 6 de junio de 2011

De pitos, flautas y leña

Principio de acción-reacción. Y obviamente tuvimos que reaccionar.

Nos hemos tirado una época curiosa donde Abel Moreno era la estrella en la música procesional. Años más tarde Paco Lola revolucionó a su manera las marchas que sonaban tras nuestros pasos de palio y pasó lo inevitable. Vuelta a la calidad.

El mundo de internet nos acercó a joyas musicales que el cofrade de a pie desconocía. En foros se criticaba toda aquella procesión, sea de gloria o de penitencia, donde sonaba cualquier cosa e incluso se crea Patrimonio Musical, un excelente portal el cual se encargaba (y se encarga) de difundir el mejor de los patrimonios musicales procesionales.

Y como no, se crea la guerra. Puristas y músicos contra costaleros y capataces. Hasta conatos de pelea ente fiscales de música y costaleros, como pudimos ver el pasado año en una cofradía sevillana.

Unos quieren una cosa, otros quieren otra. Por eso debemos de ser consecuentes. Entiendo que se quiera lo mejor, y soy el primero que disfruta con un buen palio, una calle estrecha, una buena banda y una buena marcha. Pero no seamos egoístas. El pueblo llano, el que solo sale a ver cofradías como muestra de arte y a disfrutar, evitando el componente religioso y entiendo poco o nada, lo que quiere es escuchar música simple que sea fácilmente descompuesta por sus cerebros.

Un buen repertorio no solo tiene que tener calidad, sino también ofrecer variedad. Y que se toque Caridad del Guadalquivir en cierta calle del barrio, o Reina de Triana para ambientar y elevar la atención de las personas no tiene nada de malo. Debemos de entender que el público está compuesto de toda clase de condiciones.

Aunque por favor, nuestra obsesión por hacer que suenen las marchas más frikis nos está privando de escuchar clásicos, del mismo o incluso más nivel que las anteriores. Cada año que pasa se escuchan menos las verdaderas marchas de siempre y contra eso sí que hay que luchar. Señores encargados de hacer repertorios, por favor, no obvien en sus track-list (en inglés queda más guapo) las puñeteras Coronaciones de la Macarena, Virgen de la Paz, Virgen de las Aguas o Esperanza Macarena. Y por qué no, un Rosario de Montesión fuertemente tocando por una banda de estas de jaleo en un buen palio de barrio también tiene su no se que.

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