sábado, 27 de agosto de 2011

Niveles y desniveles

La sociedad onubense es xenocentrista. Consideramos todo lo nuestro inferior al resto. Y quizás pequemos de desprestigiar todo lo que huela a onubensismo. Y hay algo que no admito: el mundo del costal en Huelva está infravalorado.

Cierto es que nuestra Semana Santa está lejos de ser perfecta. Tenemos carencias en muchos sentidos, pero también destacamos en cosas. Y una de estas últimas es el costal.

Quizás el que lea esto puede que incluso se eche las manos a la cabeza. Pero las cosas son como son. He visto muchas cofradías en distintos puntos de Andalucía, y salvo excepciones, nuestro nivel es excelente.

Capataces muy bien formados, cuadrillas compactas y por fin alejada la crisis de costaleros que hace unos años hizo estragos. 

Cierto es que el llenar o no los pasos depende de varios factores. Primero, del equipo de capataces que vaya delante. Segundo, de lo atractiva que sea la hermandad y el trato que ésta le de a los costaleros y por último el hacer cambios o no (es así de triste esto último). 

Vemos en El Polvorín un ejemplo grandilocuente. Buenos capataces, hermandades atractivas y haciendo cambios. El resultado es obvio: es difícil hasta entrar en una de sus cuadrillas. 

Muchos de nuestros costaleros salen a probar suerte en la ciudad vecina. No voy a decir que todo lo relacionado con el mundo del costal allí sea malo. Pero sí es cierto, que quitando los pasos con fama, el nivel es más bien bajito. Cosa que me extraña. Allí se pueden permitir el lujo de elegir personal y de ir siempre doblados. He visto pasos andando como nadie y otros -la mayoría- los cuales seguro que no me metería debajo por nada en el mundo. 

Lo que vi por Córdoba también me llamó la atención, y también de forma negativa. Por Arahal he visto el mejor paso de palio que seguramente haya visto en mi vida -en lo referente al costal, claro-, en Granada he visto cosas buenas y muchísimas malas. Y así con muchos otros lugares más.

Pero aquí he visto cosas muy buenas, he trabajado con gente muy buena y salvo excepciones -las cuento con los dedos de una mano y me sobran dedos, seguro- el nivel es altísimo.

Así que ya va siendo hora de felicitarnos y de andar orgulloso con lo que tenemos. Huelva goza de muy buena salud en el tema del costal, y eso es culpa de todos. Por supuesto, con cosas a mejorar.

Enhorabuena.


miércoles, 24 de agosto de 2011

Personalidad ¿propia?

Es obvio. El afán de protagonismo en la música procesional es cada día más notable y componer una marcha es una buena forma de darse a conocer.

Y hoy día parece ser que en las bandas de Cristo, tanto agrupaciones musicales como cornetas y tambores son refugios perfectos para estos compositores.

Se ha creado el colmo de la absurdo en la música procesional: el estilo propio. Si una banda quiere montar una marcha, tiene que ser exclusiva para esa banda, o si la tienen ya montada otras, retocada al máximo. No importa que se pierda la esencia de la marcha en sí. Ni por supuesto, que salga una putísima mierda que no haya oído que la aguante. Lo importante es ir con la cabeza bien arriba diciendo: "esto solo lo tocan mis cojones".

Hay otro estilo que no ha sufrido este vicio. Las bandas de música. Sus compositores no dejan que les retoquen sus marchas ni a las bandas les da por modificarlas. Cuantas más bandas interpreten esas composiciones, mejor.

Y os invito a que hagan una reflexión. ¿Qué sería de Amarguras si fuera propiedad de una sola banda?.






martes, 16 de agosto de 2011

Hermandades bancarias

Tal fue mi sorpresa, cuando hace cosa así de dos meses recibo una carta de mi hermandad en la que, más o menos, se me amenazaba con la expulsión de la misma. Tanto a mí, como mis padres.

Bien es cierto que cometimos un "gran" fallo. Cambiamos de cuenta bancaria y caímos en la desdicha de no avisar. Pero claro, algo se tiene que olvidar. Tuvimos que cambiar demasiadas cosas y se nos pasó por alto.

No critico, por supuesto, el que se nos avisara. Pero sí la forma y el contenido. El no haber estado pagando durante un año puede ser por diversos motivos. Económicos o como este, un simple despiste. En mi caso fue el despiste, seguro que en otros caso, y con la que está cayendo económicamente, el no poder pagar.

Lo que me queda claro es una cosa. La cuota de hermano está por encima de la devoción y el sentido de hermandad. O por lo menos con esa carta así se dejó claro. O pagas, o pagas. Quizás no estaría de más estudiar los casos antes de amenazar. Una simple llamada telefónica preguntando "Oye, ¿qué es lo que pasa?" seguro que arreglaría todo sin tener que descuidar las formas.