sábado, 18 de junio de 2011

Corto y cambio

Pues eso. Que ahora una banda no es una banda si no hay ochocientos jefes en su formación. Gafas de sol dignas de cualquier jefe de la mafia napolitana y pinganillo a la oreja. "Virgen de la Hiniesta, cambio y corto"; "Recibido mi general" y todos los jefes se encargan de dar la instrucción adecuada. Son tantos que ni hace falta, pues ya todos saben que marcha es, pero así queda bonito y uno colma sus necesidad de responsabilidad. Y no me digan que de cara al público no queda espectacular -"¿qué coño estarán diciendo por el pinganillo?"-.

En estos últimos años, el organigrama propio de una banda es igual de complejo que el propio de Coca Cola, Microsoft o Nokia (sí, me han pagado por darles publi). Tenemos desde vocal de comunicaciones, vocal de formación musical o hasta vocal de patrimonio. Ya solo nos falta dividirnos en ministerios y todo.

Los reglamentos internos en las bandas también afloran. No se si también constan de leyes, decretos leyes, legislativos, reglamentos, costumbre o que se yo. Pero también he visto alguno que otro. ¿Quién no ha visto a uno de los jefazos echarle la bronca a un principiante? Muchos hemos visto situaciones lamentables de hasta expulsiones porque el chaval no ha podido ir por tener que estudiar para el examen de biología -mira por donde, en algunas cuadrillas también te expulsan si faltas un día, como si nos fuera la vida en esto-.

Por eso yo me quedo con lo que vi el Domingo de Ramos por Sevilla. 60 degenerados, rapados, sus dos metros de envergadura, sus boinas y sus dos cojones. No sabíamos si estábamos viendo a la madre y maestra de las agrupaciones o la unidad de élite de cualquier división militar. Y estaba sonando una saeta, y había que avisar al "cabo" tambor de que había que tocar "más flojito". Así que nada, trompeta en movimiento para abajo y todos los tambores disminuyeron. Pero la saeta terminó y había que volver a golpear el parche hasta reventar, por lo que trompeta arriba y otra vez al lío. Ni pinganillos ni ostias. Dos huevos.

Que me gustan las bandas así.

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