martes, 12 de julio de 2011

Lágrimas y gozos

Hace cosa así de dos o tres años, nuestras hermandades se levantaron en armas contra la ley del aborto. Era para las pocas cosas en las que se ponían todas de acuerdo, fuera de donde fueran.

Se pensó en que los nazarenos salieran con un lazo en la  túnica (vaya horterada) pero en Huelva esa idea se desechó. Se optó en cambio por realizar un rezo ante la Inmaculada Concepción.

Muchísimos cofrades pensaron que era motivado pro la conocida afiliación política del presidente del Consejo, pero en mi humilde opinión, incluso acertó.

Viendo las noticias hace días, salía que habían acampado activistas antiabortistas en la Plaza del Sol. Están en todo su derecho, si lo hacen los del 15M, ¿por qué no ellos? Con su lema de "derecho a la vida", fue genial la contestación de uno de los indignados, que colgó un cartelito donde se podía leer "derecho a morir". Siempre me resultó curioso como pueden defender el derecho a la vida pero no a la muerte digna, en fin.

Y ahora pregunto yo, ¿qué hace la Iglesia y nuestras hermandades metiéndose donde no les llaman? Si así ha decidido el pueblo mediante sus votos, ¿qué pintamos protestando algo que ni nos va ni nos viene? ¿por qué esa moral antiabortista en la Iglesia?

Toda esta afiliación hacia una idea es una absoluta marginación a todos los cofrades que piensan de manera distinta, puesto que siendo parte del grupo, en esos momentos no se sienten identificados con él.

Pienso, creo, y abiertamente lo digo, que hubiera estado mejor poner un lazito, hace un rezo conjunto y cualquier cosas de esta pero por otros motivos, como por ejemplo... la pederastia en las instituciones eclesiásticas, ¿no?

Le damos la espalda a estas situaciones, a situaciones internas. Hacemos oídos sordos y no levantamos la voz. Espero que algún día, alguna hermandad le echa cojones, y ponga las cosas en su sitio con respecto a la pederastia. Un comunicado condenándola, por ejemplo.

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