miércoles, 6 de julio de 2011

Cangrejos

Vamos para atrás. En muchos aspectos, en otros, menos mal que no.

Hace unos años, estaba viendo una Coronación Canónica. La de la Trinidad concretamente. Una Dolorosa impecable que macó estilo en la imaginería, obra del acreditado Juan de Astorga.

Soy de esos que me gusta tragarme todo el consejo, aunque sea más largo que un día sin pan. Si os fijáis en los detalles, los enseres y el saber su significado nos pueden dar datos interesantes sobre la cofradía y no deja de ser un museo itinerante. Valiosas obras de arte pasan por nuestros ojos. Y joder, no hay cortejo de extraordinaria donde aparezca otra joya, esta vez humana, morena, vestida de mantilla y que te sube los niveles hormonales a dignos de estudio.

Y digno de estudio es por, por supuesto, el cangrejo. Y no me refiero al que cangrejea delante del palio, lo cual uno puede estar de acuerdo o no, pero tiene hasta su lógica. En donde no encuentro la lógica es hacerlo detrás de una banda, y en este caso, de Triana.

Hagamos un perfil sociológico. Chaval entre quince y veinticinco años, sin ninguna motivación intelectual, gorra Nike con visera levantada, mejores galas puestas -chandal, por supuesto- y unos pocos de kilos en oro.
Se conocen todas las marchas nuevas -yo en esto de las marchas de cornetas me quedé en Refúgiame- y no faltan a ningún acto donde las cornetas sean las protagonistas de esta función que hacemos llamar Semana Santa. No lo vamos a ver nunca jamás en un Vía Crucis, ni viendo una cofradía de carácter fúnebre. Es más, no creo ni que sepan de su existencia. Su coche, hortera, por supuesto, tendrá los discos de Presentación al Pueblo sonando a niveles de decibelios discotequeros  y su sueño será tocar detrás de aquel barco que hace izquierdos, costeros, picaos, serruchos y todas estas cosas que hacen los pasos de hoy. Incluso cuando se reúnen y se tiran fotos, lo podremos ver en redes sociales imitando los misterios de San Gonzalo, Penas de Triana o de las Tres Caídas del mismo barrio que los anteriores.

Por supuesto, no hace falta mencionar que se posicionan de parte de cada banda como si de partidos políticos o equipos de fútbol se trataran, y su mayor mandamiento es la defensa hasta la muerte de esa banda.

Esta es la nueva oleada. Lo que nos viene encima. Estamos a tiempo de solucionarlo. Manos a la obra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario