Un día, un buen cofrade me decía que no había hermandades buenas ni malas. Y es que eso mismo lo he escuchado por boca de infinidad de cofrades. Me argumentaba que todas hacen lo que buenamente pueden y que el objetivo en todas es el mismo.
Seguro que muchos de ustedes al leer esto piensan lo mismo. Pero perdonen, tengo que mostrarme contrariado.
Sí hay hermandades buenas y malas, claro que sí, al igual que hay bandas buenas y malas, imagineros buenos y malos, orfebres buenos y malos ,etc...
Dentro de nuestra antigua y tradicional Semana Santa no tenemos leyes, pero sí unas normas no escritas que todos llamamos cánones. A nadie se le ocurre saltarse esos cánones, puesto que una vez que alguna hermandad lo hace, está sujeta a críticas. Algunas hermandades si lo hacen, arriesgando con la innovación, que puede salir cara o cruz: o tienes éxito o la has liado.
Seguir al pie de la letra estos cánones nos quitará dolores de cabeza, eso desde luego. Y aquí ya podemos empezar a valorar hermandades, según cumplan o no las normas no escritas.
Pero también tenemos más sistemas de referencia. Las prioridades. Hay hermandades cuya única obsesión es llevar la mejor banda y la mejor cuadrilla a cambio de ofrecer espectáculo al espectador, sacrificando calidad en sus cortejos, en enseres de calidad y en patrimonio. Hermandades populares que salvo excepciones no se han enterado aún de que va esto.
Tenemos también hermandades que con poca ayuda, pocos hermanos y poco cortejo optimizan sus recursos económicos, adquiriendo patrimonio lentamente pero de calidad, al revés que otras, cuyas prisas por resultar atractivas cumplen una de las máximas leyes de la vida: lo barato sale caro.
Al hacer este blog me juré no nombrar a nadie ni a ninguna hermandad, banda, cuadrilla o lo que sea siempre que la crítica sea negativa. Pero cuando es positivo no veo por qué no. Se me vienen a la cabeza hermandades como Prendimiento o Santa Cruz. Jóvenes y haciendo las cosas muy bien. También Estudiantes, Judíos o Descendimiento, adquiriendo un estilo propio y dando lecciones cada vez que salen a la calle. O Calvario, haciendo auténticas joyas. Seguro que me olvido alguna que otra, pero creo que todos sabemos por donde van los tiros y cuales son las hermandades que necesitan mejorar, las que progresan adecuadamente y las que son de notables y sobresalientes.
Cada cuatro años tenemos elecciones en nuestras hermandades. Si lo malo no vale, en nuestras manos está quitarlos del poder.
Totalmente de acuerdo contigo, en nuestras manos esta el cambio si la evidencia general nos lleva a la desesperacion en nuestra hermandad.
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