sábado, 25 de febrero de 2012

Formas de llamar la atención

Ayer, mientras tenía el honor de tocar con mi trío de capilla en un Via Crucis fuera de los límites geográficos de nuestra provincia, pude notar como teníamos algo en común con ellos: en todos los rezos, mientras se cantan canciones religiosas, hay una competencia "a matar" entre ancianas y no tan ancianas de ver quien canta mejor y más fuerte. Una especie de Operación Triunfo eclesiástico.

Se me ocurrieron ipso facto muchísimas maneras de llamar la atención en las procesiones, sean del tipo que sea. El "aquí estoy yo" es una enfermedad generalizada allá donde sea.

Podríamos hacer una lista y espero que los lectores del blog me ayuden.

1) Las ya mencionadas mujeres cantantes. Las amigas de los curas que no se pierden una misa, no por la misa en sí, sino por ser una auténtica oportunidad de mostrar sus dotes corales y que nunca fueron valorados.

2) El sector afeminado, cuyas procesiones de gloria son su punto fuerte y donde no dejan de entonar ruidosos vivas y gritos que si lo analizamos por separado ni tienen sentido. "La única del pueblo", "la que más (añada aquí lo que proceda)", los "guapa" y exclamaciones por el estilo. Nótese un aumento de estos gritos en localidades donde suele existir una rivalidad, como Cantillana, Alcalá del Río, etc.

3) No puede faltar en cada certamen de bandas o concierto de bandas de renombre el músico que se pone la sudadera de su banda, aunque ésta no toque, para decirle al mundo entero que es músico. El culmen lo pude ver este año en cierta procesión onubense donde por lo menos diez músicos de cierta banda, con sudadera identificativa, se colocaban justo al lado del banderín de otra banda de caché.

4) El capataz modelo. Sí, ese que nada más bajar el paso se coloca delante del paso dándole la espalda. Cuello alzado, brazos cruzados, mirada perdida y expresión seria. En plan pose. No me digan que no queda bien una foto así eh!.

5) El costalero de Cibeles. Los denominados pintureros. O como se diga. Medias de fútbol, banderas del Estado español, calcetines con más banderas, pantalones remangado, tirantas para enseñar músculo, etc. Aquí se puede hablar largo y tendido sobre el tema.

6) El ayudante de bandas. Impera la moda. A cada lado de cualquier banderín, ya podemos ver dos hombres con chaqueta, repeinados, pinganillo o walkie, desfilando como uno más. Está claro que ir así es muy útil para ayudar a una banda como apoyo, claro.

7) El pinganillo. El famoso pinganillo. Hoy día es impensable organizar cualquier evento cofrade sin pinganillos. No cabe decir que la industria pinganillera nos salvará de la crisis.

¿Qué más se os ocurre?

2 comentarios:

  1. A mi se me ocurren...
    -El nazareno con la estampita de su Titular atada con una goma elástica en el cirio, la cual ha repartido antes a sus amigos para que lo reconozcan cuando vaya haciendo "penitencia".
    -El hermano que lleva la medalla de su Hermandad el día de la salida y que ese año no procesiona porque "quiere verlo en la calle, que siempre salgo dentro y nunca lo disfruto". Eso si, la medalla por fuera aunque lleve un jersey, un plumas y una bufanda y bien cerquita del costero del paso mirando a la gente mostrando su medalla. (Generalmente este sucedáneo de cofrade suele ser el costalero que ese año se ha lesionado, pero hay de todo.)
    -Y ya de clarinetistas y acólitos ni hablamos...
    Un abrazo.

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  2. Cierto, lo de la medalla se me vino a la mente, pero no lo puse, no sé por qué.

    Llevas razón, estos clarinetistas. . .

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