jueves, 8 de noviembre de 2012

Nuestra Semana Santa está podrida

Hace unos días saltaba la noticia de un cambio más que sorprendente. La Hermandad de la Buena Muerte acordaba prescindir de la Banda de Música Ntra. Madre de la Consolación a favor de que el acompañamiento musical corra a cargo de la Municipal de Villalba del Alcor.

Sin querer entrar en detalles, que los hay, y que desde luego no benefician a ciertas personas, el cuerpo se queda frío.

No es ningún trauma un cambio musical, pero en este caso, hablamos de una Banda afín a la Hermandad, creada en la Hermandad y si bien es cierto que jurídicamente no pertenecía a ella, sentimentalmente sí.

Os explico. La Consolación se crea en la Hermandad, pero en 1998, por asamblea y decisión de sus músicos, acuerdan solicitar un CIF (Código de Identificación Fiscal) y suscribe estatutos en la Junta de Andalucía. Pero, ¿y qué más daba ese CIF? El sentimiento de pertenencia es el mismo desde 1994 hasta 2012, y lo seguirá siendo por muchos años más.

Si bien es cierto que el Jueves Santo se cobraba -es lógico, la Banda se autogestiona y no se puede permitir lujos- la colaboración con la Hermandad siempre era viable.

Señores, os refresco la memoria. Tríos de Capilla por doquier, conciertos para dar y regalar, incluso el traer, por mediación de la Banda, a la Oliva de Salteras totalmente gratis. Hasta dejar el local de la Banda a la Hermandad. Detalles que al fin y al cabo nunca han recordado, pero sí es ahora cuando hay que demostrar que la Banda se sentía orgullosa de tener lazos con la Buena Muerte de Huelva.

Sin querer justificar nada más, la única conclusión que se saca es que a día de hoy importa lo que importa. Ya se fue al carajo la ética, el señorío, la elegancia, la cortesía. Ahora, un cierto sector, amanerado, empieza a dirigir los designios de nuestra Semana Santa. Y en eso nos estamos convirtiendo, en una Semana Santa amanerada. .

Nuestra Semana Santa está podrida. Huele mal. Los apretones de manos ya no valen. La palabra, tampoco.  Y por desgracia, la hombría, se perdió.


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